La Odontodisplasia Regional, también conocida como “Dientes Fantasma”, es una alteración del desarrollo de varios dientes adyacentes en el cual el esmalte y la dentina son delgados e irregulares y no alcanzan una mineralización suficiente.
Lo definen como un trastorno del desarrollo de los dientes topográficamente localizado. Están afectados uno o varios dientes de un mismo cuadrante que aparece de manera esporádica, caracterizada por la formación defectuosa de esmalte y dentina unida a calcificaciones anormales de la pulpa y los folículos.
Puede afectar tanto a los dientes primarios como a los permanentes. El maxilar, especialmente en la zona anterior, suele verse más afectado que la mandíbula.
Al no tener un patrón hereditario identificable, se cree que se debe a la disminución del suministro sanguíneo a las yemas dentales en desarrollo.
Esta teoría explica el cuadro clínico típico en el que se afectan varios dientes vecinos en una región limitada. En casi todos los casos, los dientes afectados reciben el suministro sanguíneo de la misma rama arterial alveolar. Los dientes que reciben su suministro sanguíneo de una rama arterial distinta, pero son adyacentes a los dientes afectados, parecen normales. Con el suministro sanguíneo adecuado, los elementos inorgánicos necesarios para la calcificación de las matrices del esmalte y la dentina no pueden llegar al diente en desarrollo y se genera un diente mal mineralizado e incompleto.
Se les llama “dientes fantasmas” debido a la notable disminución de su radiodensidad. Tanto el esmalte como la dentina son muy delgados y radiográficamente son indiferenciables. Muchos de los dientes afectados fallan en erupcionar. Los dientes que erupcionan presentan coronas pequeñas e irregulares con una coloración que va desde amarilla hasta café, a menudo presenta una superficie áspera, similar al visto en la Hipoplasia e Hipocalcificación del Esmalte.
La caries y las lesiones periapicales asociadas son bastante comunes, debido a hendiduras dentinales y cuernos pulpares muy largos. La necrosis pulpar es común.
Radiográficamente, en el diente afectado se observa una delgada capa de esmalte y de dentina, rodeando una pulpa engrandecida radiolúcida, resultando una imagen pálida de un diente, por lo cual se le denomina “Diente Fantasma”. Una carencia de contraste se observa entre la dentina y esmalte, con una silueta borrosa de la corona. Se pueden observar raíces cortas y ápices abiertos. Las pulpas agrandadas pueden presentar uno o varios cálculos pulpares.
La mayoría de los casos se diagnostican antes de la adolescencia mediante el examen radiográfico.
El tratamiento es difícil, se debe realizar una evaluación cuidadosa de cada paciente con el fin de encontrar el plan de tratamiento ideal para cada uno. Debe evitarse la extracción temprana de los dientes afectados porque es necesaria la presencia de dientes para el crecimiento y desarrollo normal del hueso alveolar.
Los dientes que erupcionaron pueden ser cubiertos con coronas de acero cromo en dientes primarios mientras finaliza el proceso de crecimiento. Debido a lo frágil de la corona anatómica, al poco tejido del diente y la exposición pulpar, está contraindicado hacer alguna preparación cavitaria en dicho diente.
Cuando el proceso de crecimiento haya finalizado y el hueso alveolar se haya formado correctamente, el diente puede ser retirado.